Un paseo por El Bosque
17:20
El pasado domingo fuimos a El Bosque, en la sierra de Cádiz. A nosotros personalmente es un pueblo que nos encanta y aunque ya hemos ido varias veces, no dudamos en repetir.
Teníamos pensado hacer un poco de senderismo, la ruta El Bosque-Benamahoma, pero salimos tarde y hacía demasiado calor, así que nos quedamos en el pueblo.
En el trayecto desde Jerez hasta El Bosque, ya puedes ir disfrutando de los paisajes típicos de la zona: campos sembrados, olivares y las montañas al fondo.
Llegamos sobre las 12, así que, mientras hacíamos tiempo para comer, estuvimos paseando y haciendo fotos ^_^.
Me encanta el otoño, hace buena temperatura (aunque el domingo parecía verano), hay una luz muy bonita y los colores son preciosos.
Ésta mariposa me estuvo mareando un rato, volando de aquí para allá, pero al final la pillé, es una de mis fotos favoritas de ese día.
A pesar del calor, había bastante gente en la calle, sobre todo en las terrazas de los bares y restaurantes, tomando algo para refrescarse. Nosotros estábamos sudando la gota gorda, buscando la sombra todo el tiempo, pero es que el pueblo es tan bonito que merece la pena pasear por él, ¡no hay calor que valga!
Estábamos buscando un sitio donde comer algo (hay muchas opciones para elegir, depende del gusto de cada uno), y nos encontramos con ésto: La Casa del Duende.
Sólo por el nombre ya me llamaba la atención (he de confesar que yo soy muy de personajes mágicos tipo duendes, hadas, El Señor de los Anillos, etc.). El lugar se veía agradable y la terraza no estaba demasiado llena, así que no buscamos más.
Los chicos que nos atendieron eran jovencitos y muy amables, el sitio acogedor y la carta...¡había tanto dónde elegir!
Al final nos decantamos por lo siguiente:
- Enrollado de langostino con calabacín, queso y mayonesa.
- Volcán de espinacas con champiñones y queso gratinado.
- Perolito "Ogro" (base de patatas, chorizo de la sierra, tomate y huevo).
- Presa ibérica con patatas.
- Postre de chocolate blanco con galletas oreo y confitura de fresa.
Estaba todo ES-PEC-TA-CU-LAR, así que os lo recomiendo! Nosotros ya estamos pensando en volver... La comida es estupenda, pero no sólo éso, el local por dentro es taaan bonito! No tenía ni idea, así que me llevé una grata sorpresa cuando entramos para pagar.
¿Qué os parece? A mí me encanta, una pena no haberlo sabido antes, porque hubiésemos comido dentro, pero ¡ya tengo excusa para volver!
Nos sentamos a la sombrita para reposar un poco la comida, antes de seguir nuestro camino. Tenía que poner esta foto, me gusta muchísimo.
Jugamos con las hojas gigantes, pasamos por el cole (ya lo he dicho en otro post, me encantan los coles pequeños, ojalá trabaje algún día en uno de ellos), la biblioteca y el molino, antes de bajar al río.
El sol de justicia que hacía nos hizo sufrir un poco, pero mereció la pena. Metimos las manos (yo incluso los pies) en el agua hiperfría, pero me sentó genial.
Estuvimos allí sentados un rato, disfrutando del entorno. El aire puro, el frescor del ambiente, la belleza del paisaje, el sonido del agua, la presencia de los animales...simplemente PERFECTO.
El día no fue cómo teníamos pensado, ¡sino mucho mejor! Espero que os hayan entrado unas ganas locas de ir al campo y a ser posible,a El Bosque, que es una maravilla.
Ea, pues ya tenéis plan para el finde ;)
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